15 febrero 2012

Batiendo las alas

Llega un momento en la vida en el que te tienes que parar, hacer balance, limpieza a fondo, respirar y entonces continuar.

Muchas veces algo grande tiene que pasar para que eso ocurra y en otras ocasiones, simplemente, salta un click en tu cabeza que te empuja a querer hacerlo.

Ese cambio suele comenzar con pequeñas variaciones: un corte de pelo, ponerse a dieta, cambiar de número de teléfono... pero luego va ascendiendo: cambiar de trabajo, de casa o incluso, cambiar de país.

 Si conoces el efecto mariposa (una pequeña perturbación inicial, mediante un proceso de amplificación, podrá generar un efecto considerablemente grande a mediano o corto plazo de tiempo), sabrás que quien realiza estos cambios busca un cambio radical en su vida.



Poco a poco sigo batiendo mis alas...ya veremos que ocurre.






1 comentario:

A i d i t a dijo...

La vida no se cansa de vivir, y gira y gira sin saber dónde te puede llevar mañana.. a veces los cambios dan un poco de miedo, incluso vértigo.. pero si pasan por algo será.. este dónde este tu destino, allí estaré yo tambien, eso lo tengo claro.

Comadre, te quiero.